Resulta innegable que las empresas son una parte elemental de las sociedades urbanizadas actuales, en todos los niveles.
En este sentido, hay una responsabilidad enorme en lo que las empresas representan, transmiten y realizan. No solo acerca de los productos y servicios que ofrecen, sino también en sus métodos, procesos y acciones.
Una comunicación corporativa correcta y estratégicamente planeada beneficia a las empresas tanto de manera interna, como en su vinculación con el exterior. Cuando esta comunicación tiene como base y propósito un eje sustentable o sostenible, su impacto y beneficios pueden ser más grandes.
Tabla de contenido
- La comunicación empresarial como factor de cambio para un impacto sostenible
- ¿Qué es la comunicación empresarial?
- ¿Por qué es importante?
- ¿Cuáles son los tipos de comunicación empresarial?
- Recursos de la comunicación que puedes ocupar para generar cambios
- ¿En qué beneficia a tu negocio la comunicación empresarial con enfoque sustentable?
¿Qué es la comunicación empresarial?
Como concepto, la comunicación empresarial abarca todas las acciones, intenciones y procesos que realiza una organización con el fin de transmitir información, tanto para sus propios miembros como para una audiencia externa.
Todo esto requiere de recursos y herramientas para alcanzar los objetivos propuestos. Las empresas se encuentran en un estado continuo de comunicación respecto a sus audiencias: sean internas (empleados, directivos, inversores, accionistas) o externas (consumidores, medios de comunicación, opinión pública).
El Internet ha modificado la comunicación empresarial en relación con la atención al cliente y la gestión de imagen; tan solo en 2019, se calculaba que alrededor del 54% de usuarios investigan o compran directamente en las redes (1).
En este sentido, los propósitos que cumple la comunicación empresarial se pueden sintetizar de la siguiente manera:
Motivación: un contacto directo con los colaboradores y empleados garantiza un mejor rendimiento y detecta problemas que se pueden resolver con incentivos o modificaciones en la práctica.
Gestión: la comunicación empresarial sirve para dar a conocer las políticas de la empresa, los procesos de evaluación, y las funciones de cada área, para mejorar el desempeño laboral.
Control de interacciones: este objetivo es tanto interno como externo. En el primero, se limitan las atribuciones que tienen los empleados y las áreas, mientras que, en el segundo caso, se definen las pautas de interacción con el público y la imagen proyectada.
Difusión: se refiere al flujo de información que llega a nivel interno y externo, como comunicados, anuncios importantes, cambios, estrategias publicitarias y campañas.
Retroalimentación: aquí, la comunicación empresarial busca medir su impacto. Para ello, puede recurrir a encuestas de satisfacción, un canal abierto de quejas y sugerencias y, en general, monitorear la atención al cliente.
Manejo de crisis: los problemas graves pueden dispararse tanto en el interior de una organización, como desde el exterior. Las buenas estrategias de comunicación incluyen respuestas adecuadas para gestionar las crisis.
Estos objetivos no se persiguen necesariamente por sí solos. Por lo general, las acciones emprendidas para cumplirlos suceden de manera simultánea y están en constante transformación.

Para lograr una gestión eficaz y grandes resultados en una compañía,
una buena estrategia de comunicación empresarial es clave.
Por ello, la comunicación es un importante factor de cambio en las empresas. Las estrategias deben sujetarse a estándares de la compañía, los cuales, deben considerar el impacto social, para que toda acción de comunicación tenga sentido.
De esta forma, las empresas asumen una responsabilidad más integral. Para brindarte asesoría y ayudarte a orientar acciones y procesos de una manera más sostenible, hay algunos servicios de consultoría ambiental y comunicación que te pueden ser útiles.
¿Por qué es importante?
La relevancia de la comunicación empresarial parte de que es inevitable. Toda empresa, chica, mediana o grande, hace uso y se beneficia de ella. Justamente, cuando no se atiende este aspecto de forma correcta, puede haber problemas.
Por lo tanto, una buena estrategia de comunicación brinda ventajas a todo tipo de empresas. En estructuras enormes, por ejemplo, permite una coordinación eficaz entre la dirección, distintas filiales, los intermediarios, proveedores y accionistas.
En el caso de pequeñas empresas, una buena estrategia puede ser la base de un crecimiento sostenido y constante. En todos los casos, la comunicación es fundamental para la identidad corporativa, la reputación y la mejora de ventas y productividad.
En Agencia Verde, te ayudamos para que logres tus objetivos de comunicación de una manera sostenible y con un enfoque de responsabilidad social y ambiental, haz clic aquí para conocernos y entrar en contacto.
¿Cuáles son los tipos de comunicación empresarial?
No existe una clasificación estandarizada. En realidad, según distintas perspectivas, se pueden organizar en diferentes categorías.
Toda clase de comunicación corporativa puede agruparse en dos grandes conjuntos: la interna y la externa. Esta es una división que viene de la década de 1970, cuando empresas europeas y estadounidenses se empezaron a preocupar también por la comunicación interna.
La división más básica que puede hacerse para distinguir los tipos de comunicación empresarial es: interna y externa; aunque hay diferentes categorías en las que se pueden clasificar más tipos.
La comunicación interna ha progresado mucho desde que algunas compañías se dieron cuenta de que, para cumplir con sus metas de producción y negocios, debían garantizar que sus trabajadores tuvieran claras sus funciones y las políticas de la empresa.
En este sentido, prácticamente todo lo que se haga, diga, comparta y difunda dentro de una empresa entre trabajadores y directivos forma parte de la comunicación interna. Esta suele manejarse con un margen de confidencialidad y seguridad.
Las acciones de comunicación interna deben estar orientadas a coadyuvar en el establecimiento de un ambiente laboral sano y un sentimiento de identidad y pertenencia de los trabajadores, para proyectar una imagen positiva de la empresa.
Este tipo de comunicación puede establecerse de distintas formas, por ejemplo, de modo descendente o jerárquico (de directivos a empleados), horizontal (entre personal de un mismo nivel) o ascendente (de empleados hacia directivos).
En el caso de la comunicación externa, se trata principalmente de la imagen que se muestra a clientes y al público en general. La finalidad de este tipo de comunicación es incidir en las ventas, promover una imagen de marca y establecer relaciones fidelizadas con clientes.
En esta parte, se pueden distinguir tres subtipos de comunicación externa: la estratégica, operativa y de notoriedad. La primera trata de conseguir datos relevantes de otras empresas para asegurar su competitividad.
La operativa ocurre en las acciones que involucran a proveedores y el consumo del bien o servicio, así como la atención al cliente. Por otro lado, la comunicación externa de notoriedad engloba la promoción, publicidad, todo el marketing, patrocinios y demás elementos para impulsar el posicionamiento de la marca.
Asimismo, hay otras perspectivas: por ejemplo, se puede hablar de la comunicación empresarial dividida en directa, de marketing y organizativa. En esta clasificación, la de dirección correspondería en su mayoría a lo que se entiende por comunicación interna.
La comunicación corporativa de marketing atendería todo lo que impulsa las ventas, mientras que la organizativa involucra lo que se conoce también como relaciones públicas, es decir, un buen posicionamiento de la marca y el establecimiento de vínculos positivos con el público y otros actores importantes del mercado o sector.

La manera en que se proyecta una empresa parte de una estrategia clara
de comunicación empresarial, que cada vez exige más tener un enfoque sostenible.
Todos estos procesos pueden orientarse desde un enfoque sostenible. Esto involucra no solamente un aspecto ecológico, sino uno social, en el que el cuidado hacia el entorno y el sentido comunitario son el centro de las estrategias.
Recursos de la comunicación para generar cambios
La planeación y ejecución de la estrategia global de comunicación empresarial en una organización debe coincidir con la ruta de negocios y la visión. Es por ello que toda empresa debe considerar los objetivos sostenibles para garantizar su permanencia y crecimiento en el mercado.
La comunicación debe adaptarse plenamente al eje de responsabilidad social. Para ello, la compañía tiene que comunicar su realidad a las audiencias internas y externas, a la vez que proyectar una imagen para el público en general.
La responsabilidad social empresarial apunta a las acciones y procesos de una organización para promover y facilitar un desarrollo humano sostenible: es decir, en atención al bienestar social y ambiental.
Esta política ha crecido gradualmente en todo el mundo y obedece a las preocupaciones ecológicas y de tipo social que cada vez son más evidentes y han dominado el discurso público.
Lo que se busca es un modelo de relaciones en el que ambas partes, las empresas y la sociedad, asuman compromisos respecto a su entorno y se conviertan en compañías sensibles y consumidores responsables, en aras de alcanzar un balance beneficioso para todos.
La comunicación incide en esto, sobre todo en su papel para influir en el pensamiento y las visiones de las personas. De manera interna, por ejemplo, se implementan códigos de ética que sean respetuosos con la gama de realidades individuales.
Asimismo, se ponen en marcha acciones que sean respetuosas con el ambiente o generen un impacto más controlado, como la política de “papel cero” o usos eficientes de energía eléctrica, agua o hasta el transporte.
Todas estas políticas necesitan difusión. De ahí que la comunicación tenga un lugar primordial: mediante correos electrónicos, reuniones, capacitaciones o incluso campañas informativas con carteles desplegados en las zonas comunes.
De manera externa, las campañas publicitarias y de marketing deben estar orientadas a difundir las acciones sostenibles. Esto es de utilidad para buscar alianzas a través de asociaciones y participaciones en campañas sociales, comunitarias y ecológicas.
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para enterarte más acerca de este modelo.
Esto ya no es una moda pasajera. Hay que tener en cuenta que cada vez hay más acciones beneficiosas y estrategias sostenibles por parte de las compañías. Un ejemplo serían las empresas de vestido y calzado que han hecho esfuerzos por usar materiales reciclados o menos dañinos para el ambiente.

La responsabilidad social empresarial se compone de varias prácticas que apuntan hacia un balance justo de producción, consumo e impacto; la comunicación empresarial debe alinearse a ello.
Para definir herramientas, recursos, medios y estrategias bajo una perspectiva sostenible, así como su implementación, es importante que acudas con profesionales, ya que no solo se trata de cumplir requisitos, sino de evaluar todo tu negocio.
En Agencia Verde estamos preparados para que tu comunicación, imagen e identidad sean factor de cambio y estén en consonancia con un futuro mejor para todos. Usa tu poder para el bien y envíanos un mensaje para comenzar a trabajar juntos.
¿En qué beneficia a tu negocio la comunicación empresarial con enfoque sustentable?
Es importante mencionar algunas recomendaciones de buenas prácticas para lograr una adecuada comunicación empresarial, así como algunas ventajas de orientar tu negocio hacia un objetivo de sostenibilidad.
Cada vez más, los consumidores exigen cuentas de las empresas: mayor información sobre los procesos de producción y el ambiente de trabajo. Así, se han vuelto parte de las expectativas las acciones como el cuidado ambiental, la obtención responsable de la materia prima y el impacto positivo a nivel social y comunitario.
Alrededor del 60% de las personas les importa lo que las empresas aportan a la comunidad. El grupo más interesado fue el compuesto por jóvenes entre 25 y 34 años (2).
Para comunicar efectivamente, hay que obtener datos primero. Estrategias, procesos, técnicas y hasta ideas sencillas que cuenten con enfoques sostenibles deben difundirse más allá de la organización interna. Algunas buenas prácticas son:
Plan de comunicación: primero lo primero, siempre debe haber una planificación para saber qué se va a comunicar, cómo se hará, a qué públicos se va a dirigir, con qué presupuesto se cuenta y cuáles son los canales por usar.
Transparencia: es evidente que no todo lo que sucede en la empresa debe mostrarse al exterior. Sin embargo, todas las acciones que tienen como fin la protección del entorno o una mejoría en los trabajadores, proveedores y consumidores debe explicarse detalladamente hacia el exterior.
Reconocer el esfuerzo de los trabajadores: conforme cambian los hábitos y rutas de las empresas, pasa lo mismo con los colaboradores. Es importante darles el mérito y premiar el esfuerzo de distintas formas.
Mostrar resultados obtenidos: un informe de sostenibilidad al alcance de cualquier persona es una gran idea para exponer una gestión exitosa. En aras de transparencia, también es necesario incluir las metas no cumplidas y las acciones de mejora para seguir optimizando. Esto le da un toque de transparencia y sentido humano.
Piensa en los stakeholders: la comunicación debe ir dirigida a todas las partes involucradas, no solo para reportar temas económicos, pues a mediano plazo las empresas no comprometidas o poco responsables socialmente serán dejadas de lado.
Finalmente, es importante hablar de lo que se gana. Los beneficios de una identidad sostenible comunicada de forma correcta pueden resumirse de la siguiente forma:
Una reputación sólida y confiable: en un mundo cada vez más consciente de las desigualdades sociales y del impacto negativo en la naturaleza, una empresa socialmente responsable marca la diferencia a la hora de elegir servicios y productos.
Mejoras en sistemas de control y producción: evaluar y modificar los procesos de una empresa y darles un enfoque responsable puede derivar en un mejor rendimiento y productividad, con importantes ganancias económicas.
Ventajas competitivas: asumir compromisos con el cuidado del ambiente y un respeto e impacto positivos en la comunidad, garantiza una mejor posición en el mercado.
Contacto más cercano y creíble: al trabajar en la reputación e identidad de la empresa, también crece la confianza que se tiene y los vínculos que se establecen entre los clientes y los bienes o servicios, lo cual afianza el sentimiento de satisfacción en los consumidores.

La comunicación empresarial dentro de un enfoque sostenible ayuda a construir
una buena reputación y contribuye a la satisfacción de los consumidores.
Al final de todo, estos beneficios reditúan económicamente, pues no solo posicionan a una empresa en la vanguardia, sino que lo hacen de tal forma que sea importante para una comunidad y valiosa por su visión, misión y funcionamiento.
Para nosotros, en Agencia Verde, lo más importante es orientar a nuestros clientes hacia un modelo justo y responsable con el ambiente y el entorno humano. Contáctanos y te acompañaremos, paso a paso, a ser una empresa más responsable y rentable, comunicando tus acciones en ese sentido.
#UseYourPowerForGood
Referencias
Diego Santos. 97 estadísticas sobre redes sociales en 2020. Hubspot, 2021. Consultado el 7 de julio de 2021.
Benito Berceruelo (coord.). Comunicación empresarial. Estudio de Comunicación, 2016. Consultado el 7 de julio de 2021.
Sonia Briceño, Iralda Mejías y Fidel Moreno. La Comunicación Corporativa y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Spenta México, s/f. Consultado el 7 de julio de 2021.
Ana Isabel Sordo. Introducción completa a la comunicación empresarial. Hubspot, 2020. Consultado el 7 de julio de 2021.
Ana López. ¿Qué es la comunicación empresarial? Tipos y clasificación. Conduce tu empresa, 2019. Consultado el 7 de julio de 2021.
IBSl. La comunicación empresarial, imprescindible para alcanzar metas. Inenka Business School (IBS), 2020. Consultado el 7 de julio de 2021.